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Aleka Medina

Guatemala

1989

A artista utiliza o desenho, a performance e a instalação como meios. Sua prática tem caráter social de informar e agregar, sobretudo às mulheres. Em 2008 ingressa na Escola Superior de Arte na Guatemala, porém a abordagem conservadora dal arte lhe faz (e a muites outres) abandonar o curso. Em busca por espaços de arte que trabalhem cultura e territorialidade, em 2015 inicia os estudos na Universidade de Münster e desenvolve o desenho e a instalação como forma de trabalhar as relações com as mulheres de sua família, principalmente sua mãe, que faleceu em 2014.

Como parte de uma geração que viveu o trauma do conflito armado na Guatemala, Aleka passa a transformar o medo em arte, em formas de cuidar do corpo e de criar cura. Busca organizar a raiva para preencher seu trabalho de história, fugindo do exótico. Na instalação All the names are floating [2016] recria, em um ambiente cilíndrico, a historia da Guatemala de 1940 a 1996 - até a assinatura do acordo de paz - de crianças para adultes, como um espaço sagrado em que nomes flutuam sem que a justiça tenha sido feita; a obra evoca a organização de altares como espaços de memória e resistência. Fossa comum [2017] é uma instalação que também se refere a esse período e sua atualidade, já que se encontram fossas de mortos até os dias de hoje. Como uma espécie de arqueologia, a artista cria esculturas de humanos em posição fetal feitas de resina de cristal, enterradas em um emaranhado de terra negra com as medidas de um ataúde.

Em Artigo 2 - Deveres do Estado. É dever do Estado garantir aos habitantes da República la vida, a liberdade, a justiça, a segurança, a paz e o desenvolvimento integral da pessoa. [2019] diferentes cenas de uma sociedade caótica, em que pequenas peças de cerâmica representam linchamentos, longas filas, manifestações e a tinta preta como fundo que colore as pedras refletem um sistema a partir do qual as pessoas não podem escapar e sempre se vêem afetadas. Esses pequenos objetos foram também objeto de investigação sobre o poder e a insensibilidade das mãos brancas, que acreditam que tudo podem tocar e mover, sem perceber que na verdade inferem atos de violência.

O desenho funciona para a artista como machado, ferramenta com a qual adquire segurança desde pequena. Pensa as linhas como tatuagem em superfície, preferindo-a em relação à cores e à pintura. É aí onde encontra liberdade, tomando rascunhos e tudo o que cria como parte do processo artístico a ser visto. Assim é na obra Aninhar/Atar [2020], uma performance feita no lar de sua avó, em que a artista submete seu corpo à constante ação de amarrar-se com objetos e elementos do espaço - os fios e o corpo se fazem presentes em desenhos que acompanham a obra.

Na performance Desvergonhar-se [2021] a ação de lavar a camisola de sua tía, em que estão escritas histórias de agressões de homens e nomes de membras da família traz a ideia de que ainda que se tente apagar as pegadas, o abuso e a violação não se limpam e a vergonha deve ser devolvida aos que lhe pertence: aos violadores.

Seu trabalho transita do individual ao coletivo. Como sugere em Army alone [2015] os traumas de vivem como vergonha e solidão, porém juntas as mulheres formam um exército de resistência e afetividade. No projeto Entra uma agulha e deixa uma pegada [2020], o bordado toma dimensão coletiva e ocupa o espaço público da Plaza de las Niñas, em denúncia da negligência do Estado face aos constantes feminicídios e violência contra crianças.

Por fim, a performance Não sou restos [2020], trabalha coletivamente com 3 garotas que trançam com o próprio cabelo e uma corda para ao final libertarem-se das amarras individuais e coletivas, além da interação com um áudio em que se compartilha a inconformação com o caso de um desaparecimento em Teculután, Zacapa. Medina trabalha as denúncias de violência como cura com a intenção de destacar a vítima ao lugar de protagonista, que pode ao final traçar as rotas e escolher seu próprio caminho de luta.

Participou das Exposições: 306 días, Solemne Guatemala. Co.De / Constelaciones Decoloniales en Arte - Acción, en narrativa virtual, Argentina [2021]. Latidoamericano, Guatemala. La Revuelta, Guatemala. Entra la aguja y deja una huella, Central Park, Guatemala, 2020, “Weaving visions of revolution“, Herzbergstraße 53, Berlin [2018], “Color de espacio”,Escuela Superior de Arte Yucatán,Yucatán 2017 e ganhou o Prêmio Förderpreis der Freunde der Akademie Münster.

Español

Artista que utiliza el dibujo, la performance y la instalación como medios. Su práctica tiene carácter social de informar y agregar, sobretodo a mujeres. En 2008 ingresa a la Escuela Superior de Arte en Guatemala, pero el abordaje conservador del arte la hace [y a muches otres] quitar el curso. En búsqueda por espacios de arte que trabajen cultura y territorialidad, ingresa en 2015 a la Universidad de Münster y desarrolla el dibujo y la instalación como formas de trabajar las relaciones con las mujeres de su familia, principalmente su mamá, que falleció en 2014.

Salida de una generación que aún vivió el trauma del conflicto armado en Guatemala, Aleka pasa a transformar el miedo en arte, en formas de cuidar del cuerpo y de crear sanación. Busca organizar la rabia para llenar de historia y ternura su trabajo, huir de lo exotico. En la instalación All the names are floating [2016] recrea en un ambiente cilíndrico la historia de Guatemala de 1940 a 1996 - hasta la firma de la paz - de niñes para adultes, como un espacio sagrado en que nombres flotan sin que la justicia haya sido hecha; la obra evoca la organización de altares como espacios de memoria y resistencia. Fosa común [2017] es una instalación que también se refiere a ese período y su actualidad, ya que se encuentran nuevas fosas de muertos del periodo hasta hoy. Como una especie de arqueología, la artista crea esculturas de humanos en posición fetal hechas de resina de cristal, enterradas en un enmarañado de tierra negra con las medidas de un ataúd.

En Articulo 2 - Deberes del Estado. Es deber del Estado garantizarle a los habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona. [2019] diferentes escenas de una sociedad caótica, donde pequeñas piezas de cerámica representan linchamientos, largas filas, manifestaciones y la tinta negra como fondo que colorea las piedras reflejan un sistema a partir del cual las personas no pueden escapar y siempre se ven afectadas. Esos pequeños objetos fueron también objeto de investigación hacia el poder y la insensibilidad de las manos blancas, que creen que todos pueden tocar y mover, sin percibir que eso es también un acto de violencia.

El dibujo funciona para la artista como machete, herramienta con la cual ganó seguridad desde niña. Piensa las líneas como tatuaje en superficie, prefiriendo-las a los colores y la pintura. Es ahí donde encuentra más libertad, tomado el boceto y todo lo que crea como parte del proceso artístico que quiere que la gente mire. Así sucede en la obra Anidar/Anudar [2020], una performance hecha en el hogar de su abuela, donde la artista tiene su cuerpo en constante acción de amarrarse a los objetos y elementos del espacio -los hilos y el cuerpo se hacen presentes en dibujos que acompañan la obra.

En el performance Desvengonzarse [2021] el acción de lavar el camisón de su tía, donde están escritas historias de agresiones y nombres de las miembras de la familia lleva a la idea de que aunque se intente borrar las huellas, el acoso y violación no se limpian y la vergüenza debe ser regresada a quien le pertenece: los violadores.

Su trabajo transita de lo individual hacia lo colectivo, como se sugiere en Army alone [2015] los traumas se viven como vergüenza y solitud, pero juntas las mujeres forman un ejército de resistencia y afectividad. En el proyecto Entra una aguja y deja una huella [2020], el bordado toma dimensión colectiva y ocupa el espacio público de la Plaza de las Niñas, en denúncia de la negligencia del estado face los constantes femicidios y violencia contra niñes.

Por fin, el performance No soy restos [2020], trabaja colectivamente con três chicas que trazan con el propio cabello y una cuerda y al final liberarse de las amarras individual y colectivamente, además de la interacción con un audio con la voz que comparte la disconformidad con caso de una desaparición en Teculután, Zacapa. Medina trabaja las denuncias de violencia como sanación con la intención de destacar la víctima hacia el lugar de protagonista, quien puede por fin trazar otras rutas y escoger su camino de lucha.

Participó en las Exposiciones: 306 días, Solemne Guatemala. Co.De / Constelaciones Decoloniales en Arte - Acción, en narrativa virtual, Argentina [2021]. Latidoamericano, Guatemala. La Revuelta, Guatemala. Entra la aguja y deja una huella, Central Park, Guatemala, 2020, “Weaving visions of revolution“, Herzbergstraße 53, Berlin [2018], “Color de espacio”,Escuela Superior de Arte Yucatán,Yucatán 2017 y ganó el Prêmio Förderpreis der Freunde der Akademie Münster.

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